El Instituto Geofísico del Perú (IGP) alertó sobre el peligro que existe sobre Huaraz y otros pueblos del Callejón de Huaylas, debido al rápido derretimiento de los glaciares en la Cordillera Blanca. Este suceso, provocado por el cambio climático, podría generar avalanchas, aluviones e inundaciones de lagunas, poniendo en riesgo a miles de habitantes.

Frente a este panorama, el Gobierno, por medio del IGP, comunicó la instalación de sistemas de alerta temprana en las áreas más sensibles de la región. El proyecto incluye la colocación de sensores de movimiento, instrumentos para medir la rapidez del agua y cámaras infrarrojas en varias lagunas, buscando vigilar al instante cualquier posible emergencia.
Los aparatos se ubicarán en cuatro lugares clave: las lagunas Parón, Llaca y Palcacocha, así como en la ladera sur del nevado Huascarán. Estos sitios han sido catalogados como de alto peligro por sus antecedentes de desbordes y por la continua disminución de los glaciares que aumenta la cantidad de agua acumulada.
Hernando Tavera, director del IGP, señaló que la instalación de estos sistemas estará lista en medio año. Adicionalmente, resaltó que esta tecnología hará posible enviar avisos a tiempo para sacar a la gente y tomar medidas preventivas antes de que ocurra una catástrofe.
Este plan se realizará gracias a un acuerdo entre instituciones con la Mancomunidad del Callejón de Huaylas. Los líderes locales confían en que estas acciones ayuden a disminuir el impacto de los desastres naturales en una zona que históricamente ha sufrido por el derretimiento y la inestabilidad de sus ecosistemas de montaña.